Modelos de viviendas de bajo costo
Enero 13, 2025
A diferencia de una vivienda construida de forma tradicional desde cero en un terreno, una casa prefabricada se produce en gran parte en una factoría, para luego trasladarse por piezas o prácticamente entera para su montaje definitivo en su emplazamiento final.
La prefabricación en un entorno industrial controlado aporta varias ventajas respecto de la construcción tradicional: entre otras, se minimizan los errores de ejecución, se desperdicia menos material y se asegura mejor el aislamiento y la eficiencia energética de la envolvente. De hecho, muchos expertos apuestan por este tipo de hábitats para "descarbonizar" el sector de la construcción, responsable del 40% de las emisiones contaminantes.
Por otro lado, los plazos de realización se acortan sensiblemente respecto de una casa convencional, siendo en la mayoría de casos de unas pocas semanas. La mayor parte de ese tiempo se destina a la producción en fábrica, requiriéndose tan solo unos pocos días para los trabajos de montaje y finalización en el emplazamiento final. Este tipo de casas son una alternativa perfecta a la vivienda tradicional.
El principal hándicap que presenta una casa prefabricada frente a otra convencional es que, por la misma naturaleza del proceso de producción, que impone una estricta planificación previa y trabaja con elementos constructivos de gran formato, existe poco margen para cambios de última hora. Todas las decisiones de diseño tienen que estar muy claras y tomarse de antemano.
Por otro lado, al contrario de la construcción tradicional, en la que el peso del edificio se transmite progresivamente al terreno a medida que avanza la obra, una casa prefabricada se coloca de golpe o en pocos días, con lo que cualquier error en la previsión geotécnica puede resultar en asentamientos por sorpresa que den lugar a roturas o grietas nada deseables.
Tres son los materiales principales con los que se construye una casa prefabricada: madera, hormigón y acero. La primera es el material ecológico por excelencia, además de aportar un ambiente más natural y cálido. Las casas prefabricadas de hormigón, por su parte, ofrecen excelentes prestaciones en cuanto a inercia térmica. Finalmente, el acero se utiliza principalmente para las estructuras internas y los bastidores de determinados elementos constructivos.
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